Hundirse con el barco o saltar del barco primero?

Participo en un grupo donde alguien hizo una pregunta:

"¿Hundirse con el barco o saltar del barco primero?"

Estas son las ideas que se me ocurrieron:

1. Haz tu mejor esfuerzo para salvar el barco.

2. Sabe observar objetivamente.

3. Si no hay forma de salvar el barco, comprende que no es solo tu responsabilidad.

4. Acepta que el barco se hundirá.

5. Entiende que el barco no eres tú.

6. Piensa y crea (colectivamente, si no estás solo/a) opciones para poder nadar con los elementos que tienes.

7. Piensa y crea (colectivamente, si no estás solo/a) formas de ayudar a otras personas que no saben nadar.

8. Si alguien está cansado/a de nadar, no tiene sentido continuar, hay que detenerse un rato y flotar.

El barco no eres tú, las personas que lo manejan, el barco es un medio de locomoción, un instrumento.

El barco puede hundirse, pero la gente puede nadar.

Y hay más... ¿Y si aceptaras todo esto como un gran reto y decidieras nadar y, quién sabe, llegar a nuevas playas?

Hay un abanico de posibilidades entre hundirse o saltar.

¿Y tu? ¿Cuáles serían tus respuestas en caso de tormenta?

Este barco puede ser una relación, un negocio, un proyecto en el que nos “embarcamos”

Las metáforas son un recurso muy útil para evaluar o proponer una situación.

Creativamente, sirven para tomar distancia de un problema/situación, y así tener una mirada más objetiva y amable sobre algo que nos está pasando o que nos preocupa.

El resultado es una toma de conciencia o toma de decisiones de una forma más orgánica y fluida.

¿Conoces este recurso? ¿Alguna vez lo has practicado en tu vida cotidiana?

Tomé esta foto en la capilla de la Basílica de Santa Maria Novella en Florencia. Este es un detalle que me llamó especialmente la atención. Forma parte de los magníficos frescos que revisten las paredes donde los colores destacan de manera particular. La barca di Pedro in una tempesta. Andrea di Bonaiuto, Basilica di Santa Maria Novella. Firenze. Italia